domingo, 3 de agosto de 2014

La Andalucía unida como única alternativa

En respuesta al artículo "La Andalucía federal como única alternativa" de Pedro I. Altamirano, (Gomeres) en La Hora de Málaga de 3/08/14.

http://www.lahorademalaga.com/portada/la-andalucia-federal-como-unica-alternativa/


     A la incompetencia manifiesta de la Junta de Andalucía y del partido que la representa, que durante 35 años no ha sabido sacar a Andalucía del pozo sin fondo del subdesarrollo, se le suman las políticas llevadas a cabo por el gobierno central, a veces confrontadas cuando el partido de uno y otro lado no es del mismo color, y la intervención e inferencia de los partidos nacionalistas catalán y vasco que siempre han dejado de lado a Andalucía.  Aquí, entre todos la mataron y ella sola se está muriendo de inapetencia, desgana, apatía y miseria.
     Se le podría añadir, además, comportamientos de otros partidos, acuerdos desacertados, una oposición sin ideas y sin liderazgo y un nacionalismo andaluz herido de muerte que no termina de enganchar a los andaluces que verdaderamente nos sentimos andalucistas y nacionalistas.
     El derroche económico de la corrupción que representa el PSOE en Andalucía, sus políticas proteccionistas de subvenciones sin control y de clientelismo político, han conformado una cultura conformista, individualista y sin conciencia en la que, elecciones tras elecciones, se asegura su voto y su apoyo. Y en este aspecto, todas y cada una de las provincias de Andalucía, se han visto perjudicadas y maltratadas. No hay más que echar un vistazo a los índices de paro de cada una de ellas. Pero es  más, el estado de las carreteras, el corredor ferroviario o la verdadera vertebración de Andalucía a través de redes de comunicación, tiene un responsable claro que no se llama centralismo sevillano, sino incompetencia del PSOE, el partido que ha gobernado a Andalucía durante 35 años y al que, las encuestas más recientes, empiezan a pronosticarle que ganará las próximas.
     Y ante esta realidad podemos hacer uso de la interpretación que queramos, pero utilizando el principio de Pareto (o regla del 80-20) que se centra en “los pocos de mucho y los muchos de poco” en las proporciones de 80-20, el 80% de los problemas de Andalucía se pueden solucionar, si se eliminan el 20% de las causas que los originan. Y te aseguro que en ese 20% no vas a encontrar ni al PA ni al centralismo sevillano como causas del 80% de los problemas andaluces. Por lo tanto centrémonos en combatir a ese 20% de causas en las que, sin duda, están las políticas económicas y educativas de la Junta, la corrupción del PSOE y su sindicato, la incultura política  y de conciencia…
     Para solucionar este desastre, deben empezar a florecer plataformas y foros ciudadanos, ideas y opciones que persigan, de forma rotunda y persistente, la conformación de un auténtico Poder Andaluz que lleve un programa lo más consensuado posible, que afronte los problemas más graves de Andalucía y no obvie una configuración más práctica y justa del territorio andaluz.



     De este modo, apuesto por un renovado Andalucismo integrador, solidario y unido que aporte verdaderos valores sociales, lejos de la corrupción y el clientelismo a los que nos tiene acostumbrado el PSOE, que empiece a cumplir el lema de nuestra bandera, “Andalucía por sí”, un Andalucismo nacido de las inquietudes y la conciencia de los propios andaluces, verdaderos protagonistas de su vida y del desarrollo del País Andaluz.
     Los Andalucistas que creemos en la idea de una Andalucía con independencia económica, lejos del subdesarrollo y la incultura actual, debemos insistir en que cada vez sean más los andaluces que se sumen al proyecto, combatir los gestos y las políticas fracasadas de quienes durante 35 años nos están gobernando, y hacerlo desde un nacionalismo de conciencia que respalde un proyecto andaluz que asegure el progreso y desarrollo de Andalucía, un nuevo Ideal Andaluz aglutinador que nos enriquezca como Pueblo y personas.
     Una Andalucía unida en su diversidad, pero consciente de su destino y de su historia, generosa y solidaria y alejada de enfrentamientos improductivos que nos debilitan. Como decía Blas Infante, mientras los conejos discuten, los perros llegan. Mientras los Andalucistas nos enfrentamos unos con otros, los partidos centralistas se ríen y se llevan los votos. Es el momento de que cambiemos a Andalucía, el momento de que todos juntos conquistemos un Poder Andaluz que nos dignifique como andaluces y como Pueblo. Y en esa lucha,  podemos estar todos. Debemos estar todos.
                                                        ¡Viva Andalucía Libre!
 
Isidoro Ropero