domingo, 20 de septiembre de 2015

El puente de la esperanza



Los grandes acontecimientos a veces se ven reflejados en humildes y pequeñas circunstancias cuando, estas últimas, no terminan por ser las desencadenantes de los primeros. En Campillo del Río, perteneciente al municipio de Torreblascopedro, en la provincia de Jaén, viven un problema que se alarga en el tiempo: cada vez que llueve en consideración nuestro río, el Guadalquivir, se desborda y se inunda el puente que los deja incomunicados, el transporte público no puede pasar, los jóvenes no pueden desplazarse a la universidad, ni los mayores pueden acudir a los servicios médicos de la capital, y los agricultores no pueden acceder a sus tierras para trabajar.

La solución, tan sencilla como lógica: construir un nuevo puente con altura suficiente que no permita que se inunde. ¿Por qué no se hace? Por el mismo motivo por el que no se han realizado políticas efectivas y necesarias en Andalucía, porque vivimos bajo un régimen y una dictadura de la mediocridad más atenta a sus intereses partidistas que a los de los ciudadanos, porque el PSOE en Andalucía, con esas ansías de perpetuarse como especie, solo se pone gallito en las formas cuando el partido de Madrid no es el suyo. En Andalucía, no se altera nunca porque entre perros del mismo pelaje no se van a morder. Para muestra un botón del mismo tema:

En 2001, el entonces alcalde de Villatorres y alcaldesa de Torreblascopedro, ambos del PSOE, aprovechando una de las inundaciones del puente y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir era responsabilidad del  Gobierno del PP, se ponen al frente de los vecinos de Vados de Torralba para alentarlos  a protestar frente a esos incompetentes que no solucionan el problema de una vez por todas. Allí, en el fragor de las manifestaciones y arengas políticas, la entonces alcaldesa de Torreblascopedro promete luchar hasta el final y contra quien sea hasta dejarlo concluido.
Cuando se entera, tras una comunicación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de que la carretera y puente inundados eran competencia de la Diputación Provincial de Jaén (PSOE) desde el año 1978, los dos valientes alcaldes del PSOE hacen mutis por el foro y abandonan las protestas enseguida y no se les vuelve a oír más. Es lo que tiene la obediencia de partido y el miedo a perder el puesto y su salario.

Pues bien, catorce años después, y tras haber padecido numerosas inundaciones, el Ayuntamiento de Torreblascopedro, gestionado ahora por Andalucistas del PA, luchan, como los últimos de Filipinas, porque se cumpla el convenio firmado en 2007 entre la Diputación Provincial de Jaén y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para la construcción de un puente nuevo que comunique Campillo de Río con Vados de Torralba y dé acceso a la capital sin necesidad de recorrer más de 60 km para llegar a Jaén cada vez que el puente actual se inunda y los deja incomunicados.

           
Y en esa lucha, tan solitaria y pequeña, encerrados los vecinos de Campillo del Río hasta encontrar una solución definitiva, resistiendo como jabatos con la esperanza de forzarla de una vez por todas, amparados de momento por los medios de comunicación y olvidados como siempre por el Gobierno de la Junta y su Presidenta, ahora dedicada a atender, cómo no, a los intereses de su partido e intentando solucionar problemas de Estado que ni le competen ni son de su responsabilidad.

Y como sigo creyendo que, a veces, las pequeñas circunstancias desencadenan grandes acontecimientos, quisiera soñar que a esta petición del puente, capitaneada por un grupo de Andalucistas del PA, aislados y rodeados por los poderosos del PSOE, debería sumarse el apoyo directo de todos los Andalucistas para que, finalmente, se construya ese puente, símbolo siempre de comunicación y acercamiento, que una vez conseguido, siguiéramos construyendo puentes entre todos los Andalucistas y todos los Andaluces de Conciencia, para solucionar todos los problemas que, en estos más de treinta y cinco años, el régimen no ha sabido solucionar porque, como su Presidenta pregona, tienen que dejarse la piel por el partido que los alimenta y los nutre. Y ésta es y ha sido su única prioridad.

El puente de Campillo del Río y Vados de Torralba es el “puente de la esperanza”, el símbolo de que, con la lucha, el Pueblo Andaluz vencerá a la inoperancia e incompetencia de la política socialista en Andalucía, tras más de tres décadas ininterrumpidas en el poder. La enseñanza de que, si el Andalucismo quiere triunfar, debe estar a pie de obra, con los que necesitan ayuda, atendiendo a quienes pretende defender de los grandes lobos del pueblo.

Por eso quisiera que fuese también el símbolo del nuevo Andalucismo que se ha de construir. Levantemos puentes, comuniquémonos, para que el nuevo Andalucismo que renazca sea fuerte y concluyente. Y, mientras tanto, no olvidemos a los  siete compañeros Andalucistas que, en Torreblascopedro, resisten los embates y acometidas de los más fuertes en el poder. Vamos a darle todo el apoyo que podamos en su justa lucha, firmando su petición, apoyándolos con escritos y referencias, con comunicados o con nuestra presencia allí si puede ser. Les recuerdo que, a fecha de hoy, ya llevan seis días de encierro. Que no se sientan solos, para que ningún Andalucista piense que está solo.

 En vosotros está ahora apoyarles.
 

Para firmar la petición:


Para ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Torreblascopedro:

  C/ Paseo del Ayuntamiento 20
  Teléfono: 953626001  FAX: 653634200
  Página web: http://www.torreblascopedro.es
  Email de contacto: torreblascopedro@jaen.com
 
Fuentes:

lunes, 31 de agosto de 2015

¿Por quién doblan las campanas?


“Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti”. (John Donne 1624)

 

Siempre se acaba hablando bien de los muertos. Es lo que tiene de indulgente la muerte. Siempre termina por dignificarnos. A veces han de morirse, da igual si es o no con muerte digna, para que se valoren las acciones o se justifiquen los errores de los fallecidos.

No faltan monaguillos que repican ya con ahínco las campanas, a través de los medios de comunicación,  para anunciar la muerte del Partido Andalucista. Como analistas del último minuto repiten, por enésima vez, las claves del porqué de la desaparición de este partido y sintonizan con los medios que, guardando siempre un sepulcral y alevoso silencio  sobre él, ahora se desgañitan anunciando la buena nueva de su muerte a todos los vientos. Es lo que de morboso tiene también la muerte ajena.

Pero no pueden valer las voces de sepultureros que antes no han sabido enterrar a sus propios muertos, que en todos estos años no han sabido dar valor ni conciencia a un Pueblo cuyo sentimiento nacionalista ni se acaba con el PA ni empieza con quienes quieran capitanear un proyecto nuevo con los mismos planteamientos que hace 35 años, porque ya no estamos en los ochenta.

Y este es el esfuerzo que reclamamos los andaluces que nos sentimos Andalucistas y Nacionalistas Andaluces. Ese es el acto de generosidad que reclamamos a quienes pueden organizar y  consensuar un nuevo proyecto en el que nos veamos una inmensa mayoría de andaluces representados. Sin prisas, por lo que no valen ni hacen falta los personalismos interesados y sí se hace necesaria la participación y la sensatez a la hora de elaborar ese programa, concreto y definido, que dé respuesta a las verdaderas necesidades del Pueblo Andaluz.

Esta debería ser la preocupación, y no otra, de quienes desde sus posiciones de influencia intentan una vez más hablarnos de lo que debiera haber sido y no de lo queremos que sea desde ahora en adelante.

La muerte del PA, si sabe morir decentemente, hará un daño necesario al partido que tantas veces, incluso con su propio beneplácito, le ha dado la puntilla en estos 35 años de régimen. A quien más le conviene  ahora que el PA siga existiendo es al PSOE porque, mientras esté, el Andalucismo  lo tendrán controlado, maniatado y expropiado como hasta ahora.  Pero si el PA desaparece y el Andalucismo sabe organizarse, entonces el PSOE no podrá controlar ni manipular a una fuerza que siempre va a tener enfrente cuando decida postergar a Andalucía a un segundo plano para contentar y aplacar las ansias soberanistas de otras Comunidades.
 
 

martes, 28 de julio de 2015

ANDALUZ, DIME TÚ...


Andaluz, dime tú, si no existen razones para desenterrar el grito manchado de sangre, el grito que, como un eco, recorrió la madrugada de aquel 11 de agosto en la soledad de la muerte. Dime tú si no existen profundas razones para redimir con tu grito a miles de andaluces que anduvieron tierras extrañas con la cruz de la emigración a cuestas, con la necesidad metida en los bolsillos y los ojos llenos de ensueño. Dime tú que ves de nuevo a los hijos de Andalucía perderse en otros horizontes y otras tierras, que ves la miseria y la incultura, al hombre domado y silencioso, a los nuevos usurpadores de la voluntad y la esperanza.

No creas que estás solo en tu grito. No pienses que nadie lo oirá. Ni por un momento te preguntes que para qué. Grita con todas tus fuerzas el mismo sueño al que, un día, quisieron acallar las balas asesinas. Grita para que se cumpla, para recobrar la luz y su alma, la dignidad de un Pueblo que tiene que conquistar su destino. Grita con todas tus fuerzas, con todo el orgullo de ser y sentirse andaluz, con toda la verdad: ¡¡Viva Andalucía Libre!! y que el eco prolongue tu grito, como en aquella fatídica noche, hasta el último rincón de nuestra tierra.

 

sábado, 21 de marzo de 2015

Reflexión para el 22-M

 

Rafael Alberti, en su “balada para los poetas andaluces de ahora”, se preguntaba qué cantan, qué miran, qué sienten los poetas andaluces de ahora. Y seguía preguntándose ¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie? ¿Dónde los hombres? Parece que están solos...

Hoy toca preguntar por otro tipo de poetas, no menos soñadores, no menos valientes y comprometidos, terriblemente igual de olvidados.  ¿Dónde los Andalucistas de ahora? ¿Qué miran y sienten los Andalucistas de ahora? ¿Es que Andalucía ya no tiene a nadie? ¿Dónde los Andaluces? Parece que están dormidos…

Y sin embargo nos vienen de fuera a despertarnos cada cuatro años, pero no del letargo, solo quieren hacernos mover del sofá para que acudamos a votarles. Luego, Andalucía se queda más sola que nadie, hasta otro evento electoral en que nos necesiten o a nuestro escenario o a nuestros aplausos generosos. Luego, nos seguirán tratando con ese mismo desprecio con el que se trata al que, después de utilizarlo, molesta hasta su presencia.

Inmediatamente al 22 de marzo, justo se sepan los resultados electorales y comiencen los analistas del último minuto a soltar por los medios sus conclusiones y vaticinios futuros de pactos, las entrevistas a los líderes más buscados, bien porque hayan ganado o tengan la llave de la gobernabilidad, o bien porque hayan perdido y estén preparando sus excusas  o su exención de culpas, después de que todo tipo de periódicos, cadenas televisivas y de radio mareen la perdiz hasta el infinito con el mismo interés en Andalucía que el demostrado hasta ahora, cuando termine de verdad toda esta coyuntura de medios y políticos, sedes y retransmisiones en directo y diferido,  muchos Andaluces volveremos a nuestro trabajo y a nuestras preocupaciones diarias, a nuestra lucha, al margen de los resultados electorales, para seguir buscando y profundizando en un compromiso activo que nos acerque más a valores de un Ideal Andaluz renovado y actualizado a nuestras necesidades, que no es suficiente ya, como se empeñan todos esos partidos de la subsistencia básica, con cubrir necesidades elementales, sino que deben responder o dar respuesta a otras dimensiones mucho más profundas.

Seguiremos trabajando, al margen de los resultados electorales, en exigencias de respeto y de autoestima que solo son posibles si se dan en un contexto de reconocimiento de nuestra identidad y del orgullo de pertenencia. La unidad no es que todos pensemos igual, sino que todo pensamiento, por diverso que sea, vaya encaminado a valores de autorrealización y creencias que nos posibiliten como auténtico Pueblo.

Y estos cambios potenciadores no van a venir de la mano de la política, ni de los cambios sociales que pudieran favorecer. Por eso, en la creencia de que serán los cambios culturales los verdaderos precursores de los cambios sociales, seguiremos trabajando para que en Andalucía consigamos una unidad de acción de todas las Asociaciones, Foros, Asambleas Ciudadanas, Ciudadanos de conciencia, o cualquier otra organización no política cuyos fines estén puestos en el progreso y desarrollo de Andalucía.

Ese encuentro y confluencia deben desarrollarse en un contexto de generosidad que esté por encima de individualidades y personalismos, que consensuen unos objetivos comunes que podamos afrontar en una unidad de acción.

Nuestra lucha, la lucha de los Andaluces de Conciencia, no puede pararse porque gane éste u otro partido. Al margen de los resultados que se obtengan, seguiremos peleando y luchando por alcanzar el sueño de ver a una Andalucía auténticamente libre y alejada de todos los lastres económicos y de miseria en la que nos han hundido y nos determinan, alejada de toda aculturación y de los manipuladores sociales y mercaderes de votos.

Mañana, 22 de marzo de 2015, sea lo que fuere el resultado, nosotros seguiremos gritando con todas nuestras fuerzas:  ¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE! ¡VIVA ANDALUCÍA VIVA!
 
 

jueves, 19 de marzo de 2015

Mercaderes de votos


 
Mercaderes de votos, correveidiles, palmeros y manijeros asalariados de los madriles, vienen a nuestra tierra, algunos hasta con acento andaluz, para pedir votos o exigirlos como lo hace el partido del régimen a sus clientes.  Vienen a pasearse por nuestras ciudades y nuestros pueblos con ese señorío superior del que se crece ante un Pueblo domado por la necesidad y aculturizado a propósito por los padres e hijos de la casta política de siempre.

Aquí llegan a salvo, seguros, como el que viene a pasar unas vacaciones, sin pretensiones de quedarse. Para qué. Vienen para corear su cantinela archisabida de tanto repetirla, de tanto mentirla, de tanto traicionarla.

Se sienten los administradores de la miseria, los que han de enseñarnos, a los pobres y torpes colonos de aquí, lo que es pescar, subsistir, a pronunciar bien para que, cuando hablemos, se nos entienda.

Vienen los salvadores del mundo a hacer sus prácticas de políticos redentores, a pasearse por los platós con cara ensayada y gestos estudiados y palabras medidas, a alargar sus mentiras hasta lo increíble. No se achantan. Quién da más. Se dirigen a un electorado cansado y perdido entre la desesperanza y el miedo, entre la incultura política y la apatía. Y si no, que me expliquen cómo lleva el PSOE 35 años gobernando el País más rico haciéndolo más pobre cada día. Que lo expliquen esos sabios de la pizarra, negra como sus almas, para decirnos que hemos avanzado tanto que le hemos dado la vuelta al mundo ya una vez y por eso hoy los andaluces estamos a su cola, para comprar ese voto cautivo que se hereda de elecciones a elecciones, de padres a hijos, porque saben que en los pueblos y en los campos se asusta a la gente con quitarles el limosneo.

Llegan los listos de turno, con los flequillos atusados, con el discurso mordido y el cerebro vendido. Esos funcionarios de la política que no saben hacer otra cosa, que sobreviven de ella, dispuestos siempre a asentir al señorito que un día, desde Madrid, tuvo el honor de señalarles con el dedo todopoderoso.

Malditos todos los que habéis infringido sufrimiento a esta tierra. Malditos todos los que habéis hecho que los andaluces vuelvan a emigrar y a padecer. Malditos todos los que venís a llenaros los bolsillos de votos a cambio de baratijas y falsas promesas. Malditos todos los que, desde arriba, nos miráis con la superioridad del que se cree elegido. Algún día seremos los andaluces los que os echaremos de aquí con el mismo desprecio con el que nos habéis tratado. Algún día seremos los andaluces los que tomemos las riendas de nuestro destino y, entonces, la historia llevará nuestro hermoso acento y volveremos a ser lo que fuimos.

No creáis que siempre será así para vosotros, mediocres pordioseros del sufragio. Algún día será la hora de pedir cuentas  y, entonces, seréis vosotros los que os iréis lejos y nosotros nunca os echaremos de menos.